Anoche ví el vídeo que lazó el programa "El Hormiguero" con ese título, en el que parejas de madres desconocidas hablan de "lo verdaderamente importante para una madre".
Como suele pasar para crear ese clímax emocional propio del melodrama, y que no es nada nuevo, primero hablan las madres exigentes, las que consideran que lo importante es tener hijos estudiosos, obedientes y a ser posible triunfadores.
Claro, cómo no.
Y después dan paso a "las otras madres", las que consideran importantes las cosas sencillas, sobre todo porque sus hijos las hacen gracias a un tremendo esfuerzo, o en algunos casos, ni siquiera las hacen: "sonreir al despertar", "que me llame mamá"...
Cuando las madres exigentes se dan cuenta de que "las otras" hablan de niños con diversidad funcional (polidiscapacidad, dice en el propio vídeo), lloran como magdalenas, fundamentalmente por dos motivos:
- por sentirse egoísta al no apreciar el verdadero valor de la maternidad
- por sentirse aliviada de que gran parte de sus "problemas" se deben a sus expectativas y que estas se puede ajustar... no como en el caso de "las otras mamás".

Sensiblero, obvio... por decirlo con amabilidad.
Imagino que de algún modo los creadores (¿publicistas?) pensaban favorecer la empatía y resaltar el mensaje de apreciar lo que se tiene, pero a mi no me llega. Debe de ser que ya tengo callo y que veo demasiado el alivio de las primeras, sin que en ningún momento del vídeo vea nada que ponga de relieve el valor de la inclusión, de la justicia social, de ese deseo de CUALQUIER MADRE de que su hijo tenga su lugar.
Por supuesto, yo también quiero que el día de mañana mis hijos sean felices y estén sanos, y deseo también que puedan desarrollar su máximo potencial EN la sociedad... pero no veo que las primeras madres del vídeo vayan a inculcar a sus hijos esas ideas después de esta conversación con "las otras madres".
Es cierto que se percibe cómo "las otras madres" hablan de su hijos con amor infinito, pero ¿qué madre no lo hace?... ¿de verdad alguien duda que las primeras madres no sientan ese amor? no sabemos cómo se ha iniciado la conversación, cuál es la premisa para empezar a hablar. Se llama manipulación del espectador, y consiste en despertar la emoción por medio de la compasión, la pena... el paternalismo unido al sensacionalismo. Lo peor.

No, no me ha gustado.
Y entiendo a quienes se hayan emocionado al verlo, ese era el propósito, pero sed sinceros y analizad si lo que emociona realmente a las madres de un niño neurotípico es la culpabilidad y el alivio, y no la empatía.

Os recomiendo (mucho) el post de Olga Lalín: "Madre desconocida nº15"
Yo soy la nº16.


P.D.: Aquí hay un vídeo del mismo corte, referido a personas con cáncer. Ya dije que esta fórmula está trillada.



Ya es tres de abril, y después de dos días intensos en los que realizamos eventos "extraordinarios" para dar visibilidad al autismo y difusión a las tropelías que se hacen con sus derechos (y los de las personas con diversidad funcional en general), hoy seguimos hablando de autismo, como hacemos cada día, TODOS los días, las familias de las personas con TEA y muchos profesionales que trabajan con ellas.

Siempre hay voces que critican las "celebraciones". Creo que nadie "celebra el Autismo", lo que cada uno trata es de dar visibilidad, concienciar, hablar, apoyar... cada uno, como sabe y puede, o como le parece mejor. Y cada acción es válida y valiosa. Cada pequeño acto suma.
Por eso no entiendo que desde nuestras propias "filas", esas de lo que llamamos "gran marea azul", surjan críticas a la manera de reivindicar los derechos de las personas con autismo. Entiendo que haya voces discordantes, no somos todos iguales ni pensamos de la misma manera, y cada uno se une a la causa a su modo... de hecho, es estupendo contar con iniciativas diferentes, con otros estilos de hacer las cosas, para llegar más lejos, a más gente.
Pero que se cuestione el valor de cualquier acto de apoyo y visibilidad me parece triste y hasta mezquino.
Me da igual si pones globos azules, o verdes o amarillos, si a la vez que lo haces estás hablando de autismo y mostrando la realidad de las personas que viven dentro del espectro, los problemas para la inclusión, la falta de apoyo institucional o lo maravillosos que son. Y si no pones ni repartes globos, también me da igual. Lo que cuenta es que estés "ahí": en la calle, o al teclado de tu ordenador, donde puedas, pero apoyando.

También me da igual si te parece bien o mal el azul, si quieres concienciar en morado o negro. Yo ayer me vestí de azul, igual que me visto de rosa para apoyar la lucha contra el cáncer de mama y de morado para apoyar a las personas con epilepsia. ¿Piensas que el azul no es adecuado para representar el autismo? pues elige otro color, nadie te obliga. Hubo preciosos carteles de otros colores ayer con mensajes de difusión sobre el autismo.

A mi personalmente no me parece que en el autismo falte ninguna pieza, pero si usar las de los puzles para dar visibilidad hace entender mejor el mensaje a la mayoría, pues bienvenidas sean.
Porque si no, al final, en vez de sumar, dividimos, y esa es la estrategia de la derrota: divide y vencerás.

Por eso  me cuesta entender que tiremos piedras a nuestro propio tejado, que critiquemos las iniciativas de los demás, y que hasta las despreciemos públicamente, restándoles valor.
Cada uno conciencia como puede, y eso es lo que nos hace ser esa gran marea... azul, o del color que cada uno quiera.